La provincia manchega es autenticidad y diversión. Y su capital lo es de la Mancha Baja. Se extiende por un altiplano. Es una ciudad famosa por su cuchillería y por su feria de septiembre. Obligada cita para los apasionados de la juerga diurna y nocturna pues la ciudad oferta ocio a todas las horas. Concentra a muchos visitantes cada año y es referente de diversión. Pero para enclave bonito, singular y con ocio variado (actividades de ráfting…), la localidad de Alcalá del Júcar. Tiene las casas excavadas en la roca y bajan en declive hasta el río Júcar, que atraviesa el pueblo. Por la noche hay ambiente nocturno en sus pubs y son varias las empresas que organizan fiestas para las despedidas de soltero. Toda una atracción en la localidad. Por el día son muchos los que se desplazan hasta este pueblecito pues el río da mucho juego para ser disfrutado en verano. Hasta tiene una pequeña playa. Almansa también es un lugar para planear una excursión. La ciudad se ve coronada por un castillo de potentes murallas restauradas, por las que se puede dar un agradable paseo. Y cómo olvidar la Sierra de Alcaraz. Es la zona más montañosa de Albacete y está surcada por el río Segura. Para amantes de la montaña, lugar idóneo para hacer senderismo. Nace en ella el río Mundo, en los llamados Chorros del Mundo y es una zona de abundante agua. De hecho, nutre las cuencas del Guadalquivir y del Segura. Nos despedimos de Albacete hasta pronto con el Viña Rock de Villarrobledo. Atracción de turistas llenos de fervor por la música.